jueves, 31 de mayo de 2012

fugitivo rapsoda

Apaga y vámonos, poeta roto. Recoge del suelo tus trozos, que cayeron aquel día en que intentaste esculpir una estatua de mármol con tu cuerpo. Que en esta ciudad gris hemos aprendido que no hay mejor poesía que la de las calles sucias, esos versos que dicen "puta" y "basura".

Marchemos ahora que las luces del burdel parecen apagadas, poeta de alcantarillas. Bien sabemos que en nuestra maleta sólo habrá un reloj parado y cristales rotos. Tenemos que huir de esta ciudad podrida en la que la poesía huele a tabaco y alcohol, aun sabiendo que no hay mejor poesía que ésa.

Apaga y vámonos, tras el toque de queda...

2 comentarios:

  1. Me encanta cada una de las palabras que has utilizado, su atrevimiento, su dulce agresividad. Es lo que más me ha gustado de lo último que he leído, es...!!!

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  2. Es tan... cercano. Como la vida misma. Con un toque de crueldad transgresora, pero a la vez muy poética. Simplemente fantástico.

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