Tic, tac... canta el silencio.
El sol es pálido, las paredes dulces
y flores rosas sobre la mesa
duermen la siesta.
Tic, tac, tic, tac... El polvo escucha.
Una respiración lenta le acompaña.
El eco que cae callado y retumba.
Suena un teléfono, ¿quién llama?
Nadie responde y para.
Vibra un timbre, ¿quién anda?
Nadie aparece y calla.
Tic, tac... tac. El tiempo ha muerto,
no canta el silencio.
Sobre la mesa desliza la arena,
y rosas como bebés
que duermen la siesta.