viernes, 24 de junio de 2011

noches en vela

Llovía a cántaros. Lo recuerdo. Me había quedado hasta tarde estudiando para los exámenes de la Universidad. Yo, apuntes arrugados y la luz de mi lámpara de mesa. Recuerdo que llamaron a la puerta a la vez que un relámpago serpenteaba tras mi ventana. Era una joven, empapada, desesperada, perdida por la ciudad. Es lógico que la invitara a entrar. Recuerdo que el agua se había calado por toda su ropa... Es lógico que le dejara algunas camisas mías y una toalla. Era tan irresistible con el pelo mojado y temblando de frío. Recuerdo sus ojos amarillos brillar en la oscuridad mientras me abrazaba y gemía bajo mis sábanas. Sólo nos alumbraba la luz de los rayos y las farolas de la calle. Después de aquello, sólo recuerdo haber acariciado su pelo, aún húmedo y, tras ello, un pinchazo. Un pinchazo en el cuello, agudo, helado, escalofriante... No podía moverme. Recuerdo que la puerta de mi apartamento se abrió, y la voz de un chico sonó:
-¿Qué haces? Habíamos quedado hace media hora.
-Tenía hambre, me estás interrumpiendo, tío -la voz de mi chica ya no sonaba tan inocente-. ¡Eh! Vamos, ahora voy.
-Vale, bien, eres un caso perdido.
Yo no veía nada, y cada vez las palabras sonaban más tenues.
-De verdad, eres el primer vampiro que conozco que además de sangre necesita sexo.
Recuerdo que ésas fueron las últimas palabras que oí. Después me morí, desangrado en mi propia cama y desnudo. Mi espíritu clama venganza.

lunes, 6 de junio de 2011

Lluvia

I wanna know: have you ever seen the rain?

Today is a rainy day. I like this kind of days. Specially when I know that you think of me.

"Vamos, di algo ingenioso", me torturaba la mente. Y sólo podía soltar una sonrisa estúpida. Él estaba a unos centímetros de mí, y lo único que se me ocurría decir era un "Estás loco". Se levantó dispuesto a marcharse. "Vamos, tú eres una chica atrevida, sabes lo que hacer en estos casos, tú no tienes estos problemas". Y el sudor pegaba mis piernas al asiento.

-Sí, ¿eh?

¿"Sí, ¿eh?"? ¿Eso es todo lo que sabía hacer una chica atrevida? Aún quedaban quince segundos, y no los pensaba desaprovechar. Me estaba mirando, esperando a que dijera algo. "Vamos, di algo, lo que sea".

-Chao.

¿Estaba tonta o qué diablos me pasaba? ¡Le estaba echando directamente! Debí de tener la cara más estúpida de toda la historia de las caras estúpidas. Él se despidió, y nuestros caminos siguieron en direcciones contrarias. "Muy inteligente, Sally, maravilloso, controlando la situación...". Pero ahora que él no estaba, las palabras surgían en mi cabeza, los versos se escapaban por los poros de mi piel.

En ese momento, debí de tener la cara más estúpida de la historia de las caras estúpidas.



Sé que los dos pensamos lo mismo